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José Aragón David, había observado un árbol peculiar en la cañada de La Moza, del ejido Ahuacapán, en el municipio de Autlán de Navarro, Sierra de Manantlán. Al comunicar su hallazgo a los botánicos de la Estación Científica Las Joyas, se percataron de que se trataba de un arce. A lo largo de 1991 y 1992, Enrique Jardel, Ana Luisa Santiago, Elizabeth Muñoz y Ramón Cuevas estudiaron el bosque, describiendo sus características y dándolo a conocer en la revista Acta Botánica Mexicana (ver sección de publicaciones). El bosque de arce de la Sierra de Manantlán esta situado a lo largo del arroyo La Moza, entre la localidad de Corralitos y la Estación Científica Las Joyas, a poca distancia de la entrada principal a la Estación, por camino de terracería. En 1998, las biólogas Laura González Guzmán y Alejandra Blanco Macías, en compañía de Fernando Aragón Cruz realizaban estudios de aves migratorias en el occidente de México, cuando observaron un árbol parecido al arce azucarero en la barranca del Ojo de Agua del Cuervo, municipio de Talpa de Allende. El árbol le pareció conocido a Fernando, quien había visto uno similar en la Estación Científica Las Joyas, de la Sierra de Manantlán. Al estudiar el sitio y el árbol se determinó que era otra localidad con arce, el mismo que ya se había encontrado en la Estación Científica Las Joyas, de la Sierra de Manantlán. El estudio del arce en Talpa de Allende fué publicado en el año 2000, en el Boletín del Instituto de Botánica de la Universidad de Guadalajara (ver sección de publicaciones). |
Dra. Yalma Vargas-Rodriguez, Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de los Valles, Jalisco, México